Abuela
Historias de vida

Abuela Historias de vida

Otra chancleta

Otra chancleta

Mi abuela materna nació en 1932. La partera que atendió a su madre cobró diez sucres por su nacimiento; si hubiera nacido varón, la matrona hubiera cobrado quince. En esa época, los padres preferían una descendencia masculina. Cuando nacía una niña el dicho popular era: “otra chancleta más”. La chancleta es una sandalia hecha de suela que se usa para caminar exclusivamente dentro de la casa. Esto sugiere la relación de la mujer con lo doméstico, con lo íntimo, con el encierro. Mi abuela era la tercera “chancleta” de la familia.

Zoila Miche

Zoila Miche

A los 6 años de edad, mi abuela quedó huérfana. Zoila Miche, una indígena curandera, fue como una de madre para ella. Desde su niñez, y principalmente durante su vida de matrimonio, Zoila le enseñó a cocinar, a curar, a cuidar y le trasmitió sus conocimientos sobre plantas medicinales. En aquel tiempo, los saberes sobre el uso de plantas eran casi un requisito para desenvolverse como “guardianas del hogar”.

Acompañada por las plantas

Acompañada por las plantas

Hoy mi abuela tiene 84 años de edad y vive sola. Durante las tardes, se sienta frente al jardín para sentirse “acompañada por las plantas”, las mira tras un vidrio corredizo para esquivar el frío intenso de la ciudad, que en las tardes desciende a 6ºC.

Trueque

Trueque

Para los habitantes de Cañar la puerta abierta es señal de que los dueños de casa están disponibles para recibir visitas. Las vecinas llegan a la casa de mi abuela en busca de plantas, ella escucha los síntomas de la enfermedad y reúne las hierbas que cree convenientes. A veces acuerda trueques e intercambia hierbas medicinales por humitas (envuelto de maíz típico de los Andes).

Sugsus

Sugsus

A su jardín llegan picaflores, gorriones, mirlos y otras aves. Casi todas son del gusto de mi abuela a excepción de los Sugsus:

“Los Sugsus son aves que cantan cuando alguien se va a morir. Tu abuelo me contó que antes de que muera su mamá un Sugsu fue a su casa, él decía que es de mal agüero. Yo no creo en esas cosas, pero cuando vienen a mi jardín yo les mando sacando.”